jueves, 18 de noviembre de 2010

Un poco de estadística de andar por casa (I)

Os proponemos un fragmento del libro de Carlos González que nos sirve a la perfección para comprender de manera sencilla la diferencia entre estudios aleatorios, observacionales...¿ un lio? , seguid leyendo y os divertiréis mientras aprendéis:
Y una experta añade:
 [...]estamos buscando pruebas sólidas en las que basar cualquier opinión o declaración. Pero no existe el tipo de pruebas que nos gustaría tener sobre este asunto,porque no se presta a hacer estudios aleatorios.
Un estudio aleatorio es aquel en que se distribuye a los sujetos al  azar en dos grupos, a los que se recomiendan dos tratamientos distintos. En cambio, en un estudio de observación, cada sujeto hace lo que quiere.
Por ejemplo, quiere Ud. saber si  hacer gimnasia es bueno para el dolor de espalda. Para hacer un estudio de observación, puede recorrer los gimnasios de su ciudad para entrevistar a cien personas que hagan mucha gimnasia, y luego buscar por la calle, o a la salida del cine, a otras cien personas que no hagan gimnasia casi nunca. Supongamos que los deportistas tienen menos dolor de espalda. ¿Será porque la gimnasia es buena para la espalda, o será porque la gente a la que le duele la espalda se guarda muy mucho de pisar un gimnasio?. Para responder a esta pregunta necesita una estudio aleatorio. Contacte con doscientos jóvenes de veinte años, convenza a cien de ellos de que hagan gimnasia cada dia y a los otros cien de que no hagan nada. (éste es el grupo de control) y espere cinco, diez o veinte años para ver a quiénes les duele más la espalda. Es fácil comprender que los etudios aleatorios resultan más fiables, pero también son más caros y difíciles de hacer.
Así pues, lo que dice la esperta canadiense es que sospechamos que es malo pegar a los niños porque se vuelven alcoholicos y tienen problemas mentales cuando se les pega mucho; pero no estamos seguros porque nadie ha distribuido al azar a doscientos niños en dos grupos para pegarles regularmente a los de un grupo y a los otros no y ver qué les ocurre después. A falta de estudios aleatorios, podría tratarse de una simple asociación no causal, o incluso podría haber una causalidad inversa (es decir, aquellos niños que de mayores van a ser alcohólicos y a tener problemas mentales ya se portan mal de pequeños, y por eso sus padres se ven obligados a pegarles) .Así que a lo mejor, después de todo, resulta que pegar a los niños no es tan malo [...]


Del libro Bésame mucho de Carlos González- Editorial Temas de hoy 2003

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